Este año y siguiendo la tradición iniciada el anterior, he vuelto cual hijo pródigo a la tierra que me vio nacer, Elda.
El motivo de este retorno no fue otro que la quedada que organiza el Topabajo Team, para celebrar las navidades. El tema consiste en hacer una ruta corta con destino a el Abeto de los Chaparrales, decorarlo y luego bajar a Elda o bien Petrer para regalarnos un copioso almuerzo.
Esta vez nos juntamos Octagcero, Jfstone, Hardpower, Joz3, Tipotane, Josebri y un servidor Dj.Enduro. Como siempre el buen rollo fue lo nota predominante en todo momento, y eso a pesar de que cuando llegamos al punto de encuentro el frío característico del valle por estas fechas, no falto a su cita y el cruel termómetro del coche nos arrojaba una cifra de un grado negativo. Como para pensarse el salir del coche y ponerse a pedalear. Por supuesto hubo algún comentario referido a empezar, ya desde ese momento, el copioso almuerzo.
Al final nos sobrepusimos al frío y, unos más preparados que otros, iniciamos el ascenso al abeto.
Este año se decidió hacer la subida por el lado contrarío al del año pasado, es decir, en vez de subir partiendo de la Loma Badá, subimos por la zona del vertedero.
Los once kilómetros de subida se hicieron a un ritmo muy pachanguero, hablando y poniéndonos al día de todo lo que nos había pasado durante todo el tiempo que llevábamos sin vernos. Comentamos las últimas novedades del mundo ciclista e incluso iniciamos conversaciones para próximos eventos.
Al cabo de una horita y algo llegamos al Abeto donde hicimos alguna foto y nos dimos un respiro antes de afrontar el último tramo de subida, un tramo que todo sea dicho, antes era una pista de unos cuatro metros de ancho muy tupida por el arbolado que lo rodeaba. Ahora debido a unos trabajos de…, bueno no se de que, se ha ensanchado a el doble, y se han talado y podado mucha cantidad de árboles dejando la zona, para mi gusto, devastada.
Este último kilómetro de subida se hizo más duro de lo esperado ya que a la pronunciada pendiente se le unió el mal estado del suelo, que contaba con una espesa capa de ramas y hojarasca proveniente de la anteriormente mencionada tala.
Una vez alcanzada la cota deseada, tocaba parada y colocación de protecciones para comenzar la bajada de una primera senda, muy rápida y divertida que nos llevaría de nuevo a la carretera que anteriormente nos había llevado al Abeto. Esta bajada se hizo sin ningún percance y con mucho disfrute por parte del personal.
Una vez en la carretera volvimos ha ascender al Abeto donde se iniciaba el segundo descenso de la jornada. Este es más técnico y largo, con zonas con mucha piedra suelta, con mucha pendiente y escalones de piedra de estos que parecen que vas a salir catapultado por encima del manillar. En este descenso se dividió un poco el grupo, debido al distinto ritmo impuesto por cada uno, pero se ejecuto sin bajas ni percances por parte de nadie. Una vez acabamos se convoco el consejo para deliberar por donde continuaría la diversión. Había dos posibles opciones. La primera continuar la bajada por donde siempre, o bien aventurarnos según las indicaciones de Joz3 (Rotero del grupo), por una nueva bajada que habían descubierto días atrás y que aseguraba era más divertida. ( Apunte mental para la próxima vez que se haga caso a un Rotero: Más divertida = Más difícil, más técnica, resumiendo más salvaje…).
Se le hizo caso a Joz3 y pronto descubrimos que su gran habilidad montando en bici era inversamente proporcional a su habilidad orientándose. La senda de bajada prometida se convirtió en una bajada campo a través por la línea de máxima pendiente del monte, con lo cual podemos afirmar que hicimos una inédita, y menuda inédita, terreno suelto, pedrolos, matorrales, escalones de tener que tirar de manillar y enlazados, wallrides en los que una vez arriba no había forma de bajar si no saltabas, vamos a-l-u-c-i-n-a-n-t-e.
Tengo que pedir disculpas por no haber hecho ninguna foto durante la bajada, pero es que el engorilamiento que llevaba me nublo la mente, haciendo que se me olvidara por completo la inmortalización del momento.
La bajadaa terminó dejándonos a todos una sonrisa de oreja a oreja, y partiendo la cadena de la bici de Hardpower, incidente que se resolvió rápidamente y continuamos la bajada por pista ya que nos dejaría de nuevo en los coches y donde nos esperaba Friky2, una de las mejores personas que este deporte me ha permitido conocer y que debido a una lesión crónica ha tenido que dejar de montar en bici (espero que pueda pronto volver a esta afición aunque sea de forma más tranquila). Lo que está claro es que la lesión le ha obligado a no pedalear pero lo que si que le permite es juntarse con los amigos y disfrutar de un buen almuerzo, y eso es lo que hizo, deleitarnos con su presencia en tan grata actividad.
Cargamos las bicis en los coches y … al ataque, a recuperar las fuerzas gastadas en el mismo barecito al que fuimos el año pasado.
Y así después de dar cuenta de fantásticas viandas y de hablar reír y programar futuras quedadas, pusimos fin a una magnifica mañana que seguro que repetiremos el año que viene.
